La primera ACTIVIDAD CON NANOS EN ROVANIEMI Y EN TODO EL NORTE DE FINLANDIA, EN LAPONIA, que os proponemos es la CAZA DE AURORAS BOREALES.
Muchas personas viajan por el mundo en busca de estos fenómenos mágicos de la naturaleza. Y nosotros también nos embarcamos en este viaje por ese mismo motivo. Nos vinimos hasta el norte más norte de Finlandia para poder ver alguna aurora boreal. Habíamos buscado todo tipo de información oficial y estadísticas de las mejores épocas del año para poder tener más oportunidades de verlas. Y vimos que marzo era una buena época, antes de la llegada de la primavera.
Pero cuando fuimos en el avión desde Helsinki hasta Rovaniemi, fue cuando realmente fuimos conscientes de lo complicado que iba a resultar ver una aurora boreal en Finlandia. Despegamos y atravesamos una primera capa muy densa de nubes, y tras traspasarla, acostumbrados a encontrarnos con el cielo azul y el sol, nuestra sorpresa fue ver que encima de nosotros había una segunda capa de nubes igual de densa que la anterior. Así que nos dimos cuenta de que el sol, y los días despejados en Finlandia iban a ser muy escasos. Y las probabilidades de ver la aurora casi nulas.
Teníamos sólo 5 noches y por lo tanto 5 oportunidades de poder verla. Así que cogimos el coche y nos fuimos hasta Utsjoki. Allí pasamos unos días estupendos, pero nublados y nevando, con el cielo súper encapotado. Así que nuestras 2 primeras oportunidades se esfumaron.
Bajando hacia Rovaniemi, unos 500km por carretera, parecía que el cielo se iba despejando, aunque costaba diferenciar si lo que se veía era el cielo o lo que se veía eran las nubes con distintas tonalidades de gris, que daban la sensación de ver reflejos en azul. Además como estaba todo nevado se confundía el paisaje con el cielo.
Finalmente a las 22h de la noche cuando llegamos a ROVANIEMI, parece que allí el cielo estaba despejado, se veían las estrellas. Así que tuvimos nuestra primera esperanza de poder ver la aurora.
Nos dijo las gente del lugar que estuviésemos vigilando todo el rato porque era un fenómeno muy rápido y muy efímero y si aparecía tenías que estar justo en el momento clave porque si no, nos lo perderíamos.
Así fue, a las 00h30 haciendo guardia en medio de un lago helado, de repente apareció el primer rayo verde en el cielo. Recorrió de norte a sur todo el cielo dibujando un arco. Fue una experiencia única. Se veía como si los electrones cargados con una luz verde fueran empujándose por el cielo oscuro y dejando su rastro a su paso.
Cuando cesó el rayo de luz, muchas zonas del horizonte empezaron a teñirse de verde. Unos colores verdes en movimiento, que se encendían y se apagaban rápidamente y que se desplazaban por el cielo.
Después de esta mágica noche, no volvimos a ver ninguna aurora boreal más. Al día siguiente el cielo se volvió de nuevo gris y estuvo nevando las 2 últimas noches.
Pero nos volvemos a casa súper contentos y súper agradecidos a la madre tierra por habernos dejado contemplar esa auténtica maravilla, que guardaremos en nuestros recuerdos para siempre.
FOTOGRAFÍAS Y TEXTO:
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